Tendrás confianza, porque hay esperanza

The Official Publication of the Church of God of Prophecy

En cada acontecimiento que experimentamos en la vida, brotan maneras de reaccionar emocional que nos definen y refleja lo que en realidad somos. Se dice que en los momentos más difíciles es cuando manifestamos nuestra verdadera personalidad.

Cuando estamos alegres, nuestro corazón se llena de felicidad y muchas veces no lo disimulamos porque nuestro actuar está henchido de gozo. Pero cuando sentimos temor, nuestro rostro cambia, el corazón palpita aceleradamente –que pensamos que se nos va a salir– y la mente nos traiciona. Cuando sentimos paz, la tranquilidad nos invade y hasta podemos sentir como si brisa acariciara nuestro rostro. Es así como cada emoción dice algo de nosotros: somos una carta abierta que otros leen.

Esta carta podría decir: “me siento asustada, porque no sé del mañana”. También podría decir: “en Ti, oh Dios, está mi confianza porque Tú eres mi fortaleza”. O quizás podría decir: “mi corazón no tiene paz y estoy confundida”. Ante tales situaciones es necesario que sepas que no hay nada que Dios no conozca, pues Él nos hizo y hechura somos de Su mano.

Entonces de dónde surgen las emociones que sentimos y que a veces nos lastiman y cómo podemos controlarlos para que ellas no nos controlen.

Lo primero que debemos saber es que cada emoción que sentimos internamente es dada por Dios y que Él nos las dio para que pudiésemos actuar según la circunstancia lo amerite.

Todo ser humano siente, piensa y actúa según su madurez emocional, por eso es necesario que revisemos nuestro interior para saber cómo responder ante los sucesos diarios. Por ejemplo cómo respondemos ante la pérdida de un ser amado, ante las tragedias humanas, al temor de perder un empleo, un desastre natural y a las vicisitudes de la vida.

Dios ya ha provisto en Su Palabra los mecanismos necesarios para que podamos caminar en paz y confianza. “No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”, dice el Señor. La palabra viva de nuestro Dios es la que nos ayuda a dar pasos de fe y creer que el valor de triunfar está en la medida de mi fe y en la fe sin medida.

No te detengas ante las dificultades y retos de la vida; mira al Autor y consumador de la fe, toma impulso para seguir creyendo, y decídete A TENER CONFIANZA, PORQUE HAY ESPERANZA.

Atrévete a correr esa milla extra, supera tus temores, aprende de los errores, avanza que tu galardón viene pronto, acreciente la fe, la esperanza y el amor porque Dios te respaldará.

Recuerda que la vida es como un tren que hasta que no llegue a su estación final no podrá detener la marcha. Sigue dando pasos de fe porque aunque no te des cuenta hay personas que creen en ti y que también sueñan por ti. No te detengas, aprender de las dificultades, supera y prosigue a la meta.

Mildred Neblett

Mildred Neblett Panama

Mildred Neblett
Panama